Filosofía socrática: Análisis reflexivo (Parte 1)

Filosofía socrática: una nueva ignorancia

Por Pablo Emiliano González Vélez

Cuando hablamos de este tema, tenemos bastantes argumentos para decir que Sócrates formuló la perspectiva ante varios puntos del hombre como el conocimiento y la virtud. 

Tenemos una perspectiva que emana de sus pasiones, su forma del autoconocimiento, su método, su moral, sus conflictos de pensamiento, en fin, todo un panorama que les invito a investigar. 

Ante tanta sustancia, ¿Por qué tan importante para incluso tener su propio apartado dentro de las clasificaciones filosóficas? Bueno, tenemos en Sócrates el diálogo ante los demás que, ante un buen rato, resulta interesante la manera enojada o recluida de manifestarse con Sócrates. Esto se debe a que el famoso interlocutor que presenta conocimientos que resuelven las dudas de los principiantes es contradicho por parte de Sócrates al manifestar más dudas o incluso debatir los principios del interlocutor. 

¿Por qué nuestro filósofo es tan conflictivo? No es que lo sea, simplemente con ello se establece su naturaleza curiosa y la inseguridad del interlocutor sobre su ignorancia se hace presente. 

Por ende, tenemos un punto clave e indirecto donde el ser humano, ante una postura que considera autentica y verdadera, no habrá mayor acusación de creer ser sabio sin serlo, afirmar tener un conocimiento ante una postura cuando en realidad se carece de ello. 

Esa estimación que el hombre se da causa la ignorancia irritante al hacer del descubierto su postura. Pero, cuando nos hacen ver nuestra verdad, entramos en contacto con nuestros intereses y se vuelve en enojo mayor ante el error que no notamos en nosotros mismos. 

¿Qué encontramos en este punto? Sencillo: Sócrates nos hace ver que la imagen que trazamos sobre nosotros mismos no debe caer en la verdad de estima porque nos mete en una ignorancia al fundamentar el conocimiento, de ahí, se cae en el enojo de la no aceptación y del mal entendimiento. 

Tan rico es este punto que Sócrates considera la liberación del hombre al examinar su esencia y no ver la naturaleza justa o de conocimiento que se planteaba en aquellos hombres importantes. 

Por lo cual, tenemos dos puntos ante la naturaleza del diálogo de Sócrates: notar la ignorancia de conocimientos y notar la ignorancia de sí mismo. 

La importancia de todo ello era establecer que uno debe entrar al autoconocimiento y abrir el panorama de uno mismo.